Afganistán, un país que sigue amenazado por
los talibanes integristas, que dejan a este país sumido en una situación
terrible.
Ante un relato con una fuerza increíble. Asne
Seierstad, una reportera de guerra noruega nos trae un relato verídico de lo
que es la vida en este país asiático. La autora se introdujo en una familia
afgana, en la primera primavera tras la salida de los talibanes del país,
debido a los hechos desencadenados tras los ataques terroristas del 11-S. Para
ello elije a la familia de un librero en Kabul, un oficio que les proporciona
una vida digna dentro de aquel país. Aunque por desgracia, esta vida digna no
tiene comparación a la de un europeo.
Ni que decir tiene que la realidad que aparece
reflejada en los medios de comunicación es sólo una mínima parte de las
atrocidades que se llevan a cabo, especialmente en lo concerniente al trato con
las mujeres. Este libro nos sirve para darnos cuenta del poco nivel de
conocimiento que tenemos de todo lo que no es Occidente. Bien una noticia de
hoy hemos sabido que ahora niegan la voz de la mujer en comunicaciones.
Pese a la salida de los talibanes, su aroma
impregna toda la novela, ya que sus costumbres siguen presentes en cada uno de
los capítulos, y todo ello gracias a la gran labor periodística y de
investigación de la autora, que intenta relatar hasta el último detalle de las
vidas de la familia del librero (incluso se atreve a ponerse el burka para ir a
un mercado de la capital).
Sus 19 capítulos dan lugar a 19 relatos
costumbristas que no te dejarán indiferente. ¿Cómo es una boda afgana? ¿Cuáles
eran las prohibiciones de los talibanes? ¿Cómo vive un joven afgano su primera
peregrinación? ¿Cómo superó Sultán Khan la prohibición de los libros llevada a
cabo por los talibanes? Todo esto y muchas historias más son contadas al
detalle por Asne, para hacer, en conjunto, una obra dura, pero de una belleza
enorme.
Lo mejor de la novela está en el realismo que
le trata de impregnar la autora, sin caer en el morbo o la “historia fácil”.
Quizá lo peor de la novela sea la certeza de
descubrir las ínfimas condiciones para una vida digna que se dan en dicho país.
Los que tengáis la oportunidad de leerlo, no
la desaprovechéis. Están de moda las novelas sobre Oriente Medio. Hay grandes
autores que se centran en ellas, como Yasmina Khadra o Khaled Hosseini. No he
leído todo, pero dudo que sus historias estén tratadas de forma mejor que “El
librero de Kabul”.
He leído alguna reseña escrita por hombres,
que como mujer me han indignado, se quejan del libro porque no da preferencia a
la guerra antes que, a la vejación, violación venta de niñas, maltrato y un
largo etc. No señores, no va de guerra, va de como tratan a la mujer en este
país, que, aun sabiendo mucho, solo es el 10%, pero hay quien cree que esto no
es importante.
Es muy dura, pero vale la pena
No hay comentarios:
Publicar un comentario